Y después de esto, andaba Jesús por la Galilea, porque no quería pasar a la Judea, por cuanto los judíos le buscaban para matarle. Y estaba próxima la fiesta de los judíos, llamada de los Tabernáculos. Y sus hermanos le dijeron: "Quítate de aquí, y ve a la Judea para que tus discípulos vean también las obras que haces. Pues ninguno hace cosa en oculto, y procura ser conocido en lo público: si esto haces, manifiéstate al mundo"; porque ni aún sus hermanos creían en El. Y Jesús les dijo: "Mi tiempo aún no ha venido: mas vuestro tiempo siempre está preparado. No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece porque yo doy testimonio de él que sus obras son malas. Subid vosotros a esta fiesta: yo no subo todavía a esta fiesta, porque mi tiempo no es aún cumplido. (v. 1-8)
San Agustín, in Ioanem tract. 28
Podría suceder que algún fiel de Cristo se escondiese para que no le encontrasen sus perseguidores y para que no se le imputase como crimen el haberse escondido. Sucedió antes en la Cabeza lo que después se confirmaría en los miembros. Por esto dice: "Y después de esto andaba Jesús por la Galilea, porque no quería pasar a la Judea.
Beda
Esta unión de palabras es de tal naturaleza, que en ella debemos comprender que pudieran realizarse y suceder muchas cosas entretanto. Porque la Judea y la Galilea son provincias de la Palestina. La Judea se llamaba así por la tribu de Judá; se llamaba también Judea, además de la que comprendía la tribu de Judá, aquella otra región que poseía la tribu de Benjamín, aunque de la tribu de Judá procedían los reyes. Y se llama Galilea, porque engendra un pueblo parecido a la leche, esto es, blanco: gala en griego, quiere decir lac en latín, que significa leche.
San Agustín, ut sup
Y el Seńor dijo esto como no pudiendo andar entre los judíos, para no ser muerto por ellos, mas demostró su poder cuando quiso; aunque daba ejemplo a nuestra debilidad, El no había perdido su poder.
Crisóstomo, in Ioanem hom. 47
Pero debemos decir que daba a conocer lo que era propio de la divinidad y lo que era propio de la humanidad, toda vez que huía de sus perseguidores como hombre, y aparecía ante ellos como Dios, siendo así que era una y otra cosa.
Teofiactus
También se había retirado ahora a la Galilea, porque aún no había llegado el tiempo de su pasión. Por cuya causa creía inútil permanecer entre sus enemigos, excitándolos más al odio; con este motivo se explica a continuación el tiempo en que esto sucedía, cuando ańade: "Y estaba próxima la fiesta de los judíos, llamada de los Tabernáculos 1".
San Agustín, ut sup
Todos los que han leído las Sagradas Escrituras saben lo que quiere decir skenopegia. Hacían los judíos para aquella fiesta de los Tabernáculos unas tiendas de campańa, a imitación de aquellas en que habitaron cuando luego de sacados de Egipto peregrinaban por el desierto. Celebraban con este motivo aquel día de fiesta en memoria de los beneficios recibidos del Seńor, aquellos mismos que se proponían matarle.
Crisóstomo, ut sup
Manifiesta el evangelista por medio de esto, que pasó en silencio mucho tiempo. Porque cuando el Seńor se sentó en el monte, estaba próximo el día festivo de la Pascua y ahora hace mención de la fiesta de los Tabernáculos. Durante esos cinco meses que mediaron no se refiere ninguna otra cosa más que el milagro de los panes y el sermón que predicó a los que los comieron. Pero, como hacía milagros sin interrupción y exponía su doctrina, no podían los evangelistas referirlo todo. Por ello cuidaron de relatar aquellas cosas en que resaltaba más la queja de los judíos o la contradicción en que éstos querían cogerle, lo cual se conoce en estos sucesos.
Teofiactus
Y como sus hermanos habían visto que El no se disponía a subir a Jerusalén, ańade: "Y sus hermanos le dijeron: Márchate de aquí, y ve a la Judea".
Beda
Como si dijeran: tú haces milagros, y son pocos los que los ven. Márchate de aquí a la ciudad de los reyes, allí donde se encuentran los príncipes, para que viendo ellos tus milagros consigas que te alaben. Mas como no todos los discípulos seguían siempre al Seńor, porque muchos estaban en la Judea, por esto ańaden: "Para que tus discípulos vean también las obras que tú haces".
Teofiactus
Esto es, las muchedumbres que te siguen. Por tanto, no se refieren a los doce discípulos, sino más bien a otros muchos que trataban con el Seńor.
San Agustín, in Ioanem tract. 28
Cuando se lee hermanos 2 del Seńor, debe entenderse que se trataba de parientes consanguíneos de María, porque de ella no nació ningún otro. Así como en el sepulcro en donde estuvo el cuerpo del Seńor no fue colocado ningún otro muerto, ni antes ni después, así las entrańas de María no concibieron ningún otro mortal, ni antes ni después de Jesucristo. Y en verdad que las obras de Jesucristo no eran desconocidas para sus discípulos, pero los que no estaban ahí no las veían. Por esto decían aquéllos: "Para que tus discípulos vean también las obras que haces". Hablaba, pues, la prudencia de la carne al Verbo hecho carne, y por esto ańaden: "Pues ninguno hace cosas en oculto, y procura ser conocido en público". Como diciendo: una vez que haces milagros, date a conocer a los hombres, para que puedas ser apreciado por ellos, porque los que los ven estudian el modo de alabarlos. Y como ellos buscaban gloria humana, no creían en El. Por esto sigue: "Porque ni aún sus hermanos creían en El". Pudieron algunos ser parientes de Jesucristo, pero se resistían a creer en El a causa de este mismo lazo de parentesco 3.
Crisóstomo, ut sup
Es digno de notarse el modo de obrar de los evangelistas, tan en armonía siempre con la verdad. Como no temían decir aquellas cosas, que en cierto sentido podían ofender la imagen de su maestro, no dejaron de decir cosa alguna. Y en verdad que no podría menos que considerarse ofensivo el que sus "hermanos" no creyesen en El. Y parece, en realidad, que en un principio se muestran como amigos por lo que empiezan a decir. Sin embargo, le servían de mucha amargura algunas de las cosas a que se referían, porque le hacen aparecer como temeroso y deseoso de la gloria. Porque dicen: "Ninguno hace cosa en oculto", lo cual implicaba el temor de los que acusan y al par sospechan no ser verdaderos los milagros que hacía. Respecto a lo que dicen: "Y procura ser conocido en lo público", hacen pensar de que El abriga cierto deseo de vanagloria. Mas Jesucristo les responde con mansedumbre, enseńándonos que no debemos tomar a mal si se nos atribuye alguna mala acción. Sigue, pues: "Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha venido, mas vuestro tiempo está preparado".
Beda
Y para que no parezca que se opone a lo que dice el apóstol a los gálatas: "Mas cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo" ( Gál 44), etc., lo que aquí se dice no debe referirse al tiempo de su natividad, sino al de su glorificación.
San Agustín, ut sup
Le aconsejaban que adquiriese gloria, como hablándole mundanamente e impulsados por el afecto terreno, para que no apareciese como plebeyo y viviese desconocido. Pero el Seńor quiso allanarles el camino para que subiesen a la mayor altura por medio de la humildad. Por esto les dice: "Mi tiempo (esto es, el de mi gloria por medio de la que habré de subir a la mayor altura para juzgar), aún no ha venido, pero vuestro tiempo (esto es, la gloria mundana), siempre está preparado". Y como nosotros somos el Cuerpo del Seńor, cuando nos ofendan los amantes del mundo debemos decirles: vuestro tiempo ya está preparado, nuestro tiempo aún no ha venido; la patria está muy alta, el camino está muy bajo, el que prescinde del camino ¿para qué busca la patria?
Crisóstomo, ut sup
Y aún me parece que quiere decir otra cosa oculta: acaso se propondrían darlo a conocer y entregarlo a los judíos. Por esto dice: "Mi tiempo aún no ha venido (esto es, el tiempo de la cruz y de mi muerte); mas vuestro tiempo siempre está preparado"; porque aunque vosotros siempre estáis con los judíos, no os matarán, porque pensáis lo mismo que ellos. Por esto sigue: "No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece; porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas". Como diciendo: ¿Cómo puede el mundo aborrecer a aquellos que quieren lo mismo que él, y tienden a lo mismo que él? Mas a mí me aborrece porque lo reprendo. Entretanto, no busco la gloria de los hombres, porque no dejo de reprenderlos, aun cuando sé que por esto me aborrecerán e intentarán darme la muerte. Con estas palabras manifiesta también que el odio de los judíos contra El era excitado por sus reprensiones públicas, y no porque dejaba de respetar el sábado.
Teofiactus
Mas el Seńor aduce dos razones contra las dos cosas que le argüían aquellos que le hablaban. Contra el temor que suponían en El, dice que reprende las acciones del mundo, esto es las acciones de aquellos que se proponen fines humanos (lo cual no haría si tuviera miedo) y contra la vanagloria los envía a la fiesta. Por esto sigue: "Subid vosotros a esta fiesta". Si en verdad hubiera estado animado por la pasión de la vanagloria, los hubiese detenido a su lado; y efectivamente, que los que desean la gloria acostumbran tener a muchos que los sigan.
Crisóstomo, ut sup
Dice esto también manifestando que no desea halagarlos, en cuanto les permite que obren conforme a las costumbres de los judíos.
San Agustín, ut sup
"Subid vosotros a esta fiesta" en la que buscáis la gloria humana, donde queréis participar de las alegrías del mundo y no pensar en las cosas eternas. Prosigue: "Yo no subo a esta fiesta".
Crisóstomo, ut sup
A saber: ahora, con vosotros, "porque mi tiempo aún no es cumplido". En la Pascua siguiente era en la que habría de ser crucificado.
San Agustín, in Ioanem tract. 28
De otro modo: mi tiempo aún no ha llegado (esto es, el de mi gloria), aquél será mi día festivo. Día festivo que no pasará como pasan estos días, sino que durará eternamente. Será esta misma festividad un goce sin fin, una eternidad sin trabajo y una serenidad sin nube alguna.
Notas
1. Una de las fiestas mayores de los judíos en la que los hombres deberían viajar al templo de Jerusalén (ver Ex 23,14-19). Se desarrollaba según los ańos en los meses de setiembre u octubre.
2. Hebraismo por pariente. (Léon-Doufur) En "hebreo, como en otras muchas lenguas, se aplica por extensión a los miembros de una misma familia ( Gén 13,8; Lev 10,4. ver Mc 6,3), de una misma tribu ( 2Sam 19,13), de un mismo pueblo ( Dt 25,3; Jue 1,3)". También sirve para designar el vínculo espiritual (ver Hch 2,29; 2Re 9,2). En hebreo 'ah designa con un único vocablo a los hermanos, mediohermanos, primos, cuńados, parientes en general. La versión del Antiguo Testamento en griego, los Setenta, usan adelfoV (adelfos, literalmente "hermanos") para referirse a toda esta variedad de relaciones familiares. Así, a la luz de la Revelación que nos enseńa que María Santísima sólo concibió un hijo, sería más correcto y adecuado traducir "parientes" en vez de "hermanos" (hebraismo).
3. Los milagros de los que los parientes aludidos habían sido testigos, o conocido por testimonios cercanos, (Caná, curación, multiplicación de los panes, andar sobre el agua) no habían dado lugar a la fe. Y es que los milagros por sí mismos no producen la fe. Los parientes admiten que Jesús realiza grandes prodigios, pero aun así no creen ni tampoco comprenden lo que está detrás de esos milagros.